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Monasterio de San Pedro de Cardeña: la iglesia
La iglesia, construida en el siglo XV (1447-1457), tiene estructura de basílica de tres naves, la central mas alta que las laterales, formando un cuadrado que incluye el crucero. De este cuadrado sobresalen un ábside central profundo y dos ábsides laterales ocupados por dos pequeñas capillas. El ábside central es de tipo poligonal, con cinco paramentos enmarcados por finos arcos de perfil en bocel que confluyen en la clave, adornada con el escudo del Papa Eugenio IV, en la parte superior se abren sendas ventanas de tracería gótica que junto al color blanco de la piedra, proporcionan una gran luminosidad al conjunto de la iglesia. En el ábside se sitúa el coro de los monjes, con una sillería de madera de 46 sitiales de estilo gótico florido con crestería barroca, procedente de San Juan de Ortega. El ábside se continua con dos paramentos de muro cerrado, que conducen hasta el crucero, donde se sitúa el presbiterio. La nave central es de estilo gótico y está compuesta por dos tramos, sostenidos por cuatro gruesos pilares de los que parten las nervaduras en bocel que van a formar las bóvedas de crucería terminadas en claves, adornadas con los escudos del Cid, de Castilla-León y de San Pedro de Cardeña. En el crucero encontramos las dos capillas laterales, la de la nave de la epístola, dedicada a San Benito, tiene una cupula con adornos renacentistas, y con las cuerdas que hacen sonar las campanas de la torre.
Capilla de los Mártires
En el lado del evangelio se abre la otra capilla, llamada de los Mártires, consagrada a los monjes martirizados por Abderraman III, esta capilla ha sido restaurada en el año 2002, y en ella se aprecia una curiosa policromía de dos dragones, uno de seis cabezas que se encuentra justo debajo de los pies de la virgen y el otro de cuatro cabezas, sometido por los santos mártires de Cardeña. Una gran señal apareció en el cielo; una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza...» "Entonces apareció en el cielo otra señal; un enorme dragón de color rojo con siete cabezas y diez cuernos y una diadema en cada una de sus siete cabezas.» Estos párrafos del Apocalipsis de San Juan son los que inspiran estos dibujos de la capilla de los mártires, la Virgen que se sitúa en la clave central de la bóveda de esta capilla, de la que salen seis cabezas de dragones por cada uno de las nervaduras de la bóveda. La Virgen está de pie, sobre una media luna, con una corona que la identifica como reina de los cielos , tiene una túnica blanca y manto azul y lleva en brazos al niño, que sujeta entre sus brazos un libro, símbolo de la sabiduría y símbolo del evangelio que vencerá sobre el mal. El dragón es la representación simbólica del mal y cuantos mas dragones mas intensidad de representación, por tanto aquí tenemos uno de seis cabezas, es un tipo de representación del dragón semejante a una serpiente , lo que simboliza su capacidad para perpetuarse a sí mismo, igual que la serpiente vuelve a renacer cada vez que muda la piel. De la otra clave que contiene el escudo de Cardeña, salen otras cuatro cabezas de dragón. El resto de la capilla sigue el esquema en pequeño del ábside central. Es de destacar que no es frecuente la presencia de figuras policromadas en monasterios cistercienses, como ya se ha reiterado en estas páginas. (bibliografía)
Capilla del Cid
En el brazo sur del crucero se abre una capilla donde encontramos las tumbas del Cid y de su mujer doña Jimena, pese a la intensa relación existente entre la figura cidiana y el monasterio, no existe documentación alguna que pueda demostrar que le famoso guerrero fuera un benefactor de Cardeña y probablemente fuera su esposa, Jimena la que a la muerte del Cid hiciera importantes donaciones al monasterio donde está enterrado su marido y donde reposará ella a su muerte. La capilla tiene dos estatuas yacentes del Cid y Jimena, si bien como ya se ha dicho los restos del Cid se trasladaron al crucero de la catedral de Burgos
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