Monasterio de Santa María de Sandoval: la iglesia
La construcción se inicia a finales del siglo XII, tiene planta de cruz latina con tres naves, crucero y la cabecera formada por tres ábsides semicirculares. Se comienza a construir en estilo románico, que se emplea en la cabecera, en el crucero y en el arranque de las naves y se termina en estilo gótico pues las obras estuvieron interrumpidas y no se terminaron hasta el siglo XV, cuando se construye la crucería de las bóvedas y el portico de entrada, conocemos la fecha de esta nueva fase de construcción gracias a la inscripción que se conserva en la pared de la iglesia con fecha de 28 de marzo de 1462, siendo abad D. Pedro de la Vega.
En sus rasgos estilísticos, es semejante a la iglesia de Moreruela, con la que probablemente comparte taller de construcción. Pertenece al estilo de iglesia de ábside románico y probablemente se diseñó para tener unas naves mas largas que se debieron acortar para terminar el proyecto. La cabecera está formada por un ábside central semicircular y dos ábsides laterales, de la misma forma. El ábside central tiene tres ventanales con arcos de medio punto que actualmente estan tapados por un retablo barroco, que en su parte posterior tiene un relicario de gran tamaño. El arco triunfal es de medio punto como corresponde al proyecto original de estilo románico, mientras que los arcos de la nave central son ligeramente apuntados respetando la decoración de los primitivos de la iglesia, con perfiles rectangulares, lisos, al igual que los arcos fajones. Las bóvedas son de crucería destacando la que forma el crucero que tiene un perfil longitudinal en el sentido del eje mayor de la iglesia, lo que nos recuerda a las bóvedas sexpartitas que ya hemos visto en otros monasterios, como el de Piedra y las Huelgas, lo que nos hace mención al estilo castellano de la construcción. Los arcos que forman las bóvedas estan adornados por un doble perfil en bocel y uno central liso, convergiendo en el centro sin que existan claves.
Toda la iglesia tiene una gran sencillez en sus adornos, siendo la mayoría de los capiteles lisos y ni siquiera encontramos los adornos vegetales o geométricos propios del Cister. Los únicos elementos ornamentales los encontramos en una de las columnas de la ventana sur del ábside central, transformada en un báculo abacial, y en la portada gótica donde se disponen múltiples figuras, de monjes en cada uno de los capiteles que sostienen las arquivoltas tres lisas y otras tres labradas con elementos vegetales, una con hojas de roble, como símbolo de la resistencia y la firmeza de la fe, otra con hojas de berza, representando a la pobreza y sencillez propias de la orden y de hojas de cardo la tercera representando la humildad, propia de la regla benedictina. Entre estos adornos vegetales, se pueden encontrar figuras de animales, una rana, y figuras humanas en diferentes actitudes difíciles de interpretar por el deterioro importante que presentan, también existen algunas imágenes de demonios. La autoría de la portada se ha atribuido a algún cantero de la zona que también trabajó en la torre norte de la catedral de león , como parece atestiguar las marcas de cantero que se encuentran en ambos edificios (Bibliografía)